domingo, 20 de julio de 2008

Depresión y Sociedad


El paso por la depresión se vive normalmente desplazando los síntomas. De hecho, la actual cultura capitalista de la posmodernidad, sienta sus bases en la acumulación de ganancias de empresas dedicadas en su mayoría a cubrir la necesidades humanas para pasar mejor por el “sentimiento trágico de la vida”

“Toma Prozac, no te deprimas, sigue comprando, sigue deseando”. Tal parece ser la frase que resulta del acuerdo entre la psiquiatría y el sistema capitalista. Recientemente, el presidente Bush ha solicitado al congreso de los Estados Unidos una partida especial de 20 millones de dólares ‘para el combate de la depresión´. La preocupación política tiene más bien que ver con los “daños económicos” que con otro tipo de consideraciones. Un deprimido está disminuido para consumir. Las nuevas bebidas dopaminérgicas con alto contenido da cafeína y/o taurina, se encaminan a producir sujetos con bajo control de impulsos, orientados al consumo, a endeudarse, a no sentir tristeza, a estar maníacos.

En todo el mundo surgen quienes proponen la cura milagrosa a este obstáculo de la trascendencia humana. Una intención de muchos pacientes depresivos es curarse de la depresión sin fármacos, de inmediato, sin problemas, sin duelos, sin dolores, con anestesia general ¿Es esto posible? Muchos tratamientos psicoterapéuticos superficiales usan la mercadotecnia común para venderse, se enfocan a ofrecer servicios a las personas deprimidas para que se "sientan bien"


Incluso ahora, la propaganda de muchos gobiernos tiene que ver con "vivir mejor", que no es otra cosa que ofrecer felicidad superficial en el corto plazo. Los sentimientos de inferioridad acompañan más a menudo a las personas que los de superioridad. Es el deseo de ser “grande”, de tener mayor bienestar.

Sin embargo, un estado de felicidad es más fácil lograrlo con el vaciamiento de los pensamientos de satisfacción de los deseos. Con la meditación, sin químicos cerebrales o psicoterapias auto engañadoras.


Se ha encontrado en diferentes estudios de mapeo cerebral (Cahn y Polish, 2006), que los expertos en meditación, al ser evaluado su funcionamiento cerebral, tienen áreas de funcionamiento diferenciadas, con mayor potencialidad que los grupos de control que no meditan. Especialmente se ha encontrado mayor actividad cerebral en aquellas áreas que se ven afectadas en los sujetos deprimidos.

miércoles, 16 de julio de 2008

ACEPTACIÓN (1)




ACEPTACIÓN 1

Aceptación es creer que se vive en un mundo imperfecto. La falta de aceptación en muchos proviene de no haber aprendido creencias y actitudes sanas acerca de la vida, que no se ha podido lograr una actitud cotidiana de experimentar los hechos de la vida sin intentar cambiarlos.
La “oración de la serenidad”, contiene entre sus frases: “serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar”, se habla precisamente de un estado en el que se reconoce la inmutabilidad de cierto hecho. No se puede cambiar. ¿Cómo se puede diferenciar aquello que se puede cambiar de lo que no? Este es uno de los dilemas existenciales cotidianos. ¿Qué es lo que sí se puede aceptar y qué es lo que hay que tener valor para cambiar? Primero hay que voltear hacia el interior de uno mismo.
La Aceptación se enfrenta con la Resistencia. La resistencia tiene que ver con el deseo; no se quiere renunciar a lo que se desea, aunque se sepa inalcanzable. En el budismo se invita a aceptar que la vida en este plano significa sufrimiento. Aceptar que hay cosas en la vida que no se pueden lograr. Aceptar que la vida es así.
La aceptación de sí mismo es sentirse amado y feliz por lo que se es hoy. Hay quien lo expresa como un resultado de una “Buena” autoestima. No debe sentirse vergüenza por lo que se es. El acto de aceptarse promueve el cambio psíquico. Incluso han de aceptarse aquellas cosas que se quieren cambiar.
También hay que aceptar el pasado para tener un presente feliz. El resentimiento y la conmiseración por el sufrimiento pasado no ayudan a la felicidad de hoy. El proceso de aceptación implica un cuestionamiento constante sobre tu sistema de creencias, que conlleva ciertas acciones:
· Conocerte y estar seguro de tus creencias.
· Verte a ti mismo honestamente.
· Saber que haces lo mejor que puedes con lo que tienes.
· No hacer juicios severos de ti mismo.
· Confrontar tus sentimientos de culpa
· Entender tus motivaciones
· Cuestionarte acerca de lo que no puedes aceptar