viernes, 27 de enero de 2012

Reconocer

El amor puede surgir de la catarsis de la agresividad. Cuando sale lo malo, es más fácil preservar lo bueno.

Por eso, es importante tener espacios para la catarsis, para "confesar" la envidia, los deseos de matar y de venganza, el enojo contra el otro. No se trata de proyectar nuestros núcleos malignos y agresivos, sino de reconocer nuestros deseos de dañar a quienes envidiamos o a quienes nos parecen un obstáculo para nuestros deseos egoístas.

La proyección neurótica, poner en el otro lo que no queremos ser, es una herramienta ineficaz para abatir la angustia, inhibe el crecimiento emocional y perjudica nuestras relaciones con los demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me es increíble e inaceptable que con el trabajo que he hecho me siento lejos de dejar atrás los sentimientos negativos. Observo un inconciente tenazmente aferrado a las fijaciones del pasado, tus comentarios son entendibles intelectualmente por mí, solo que no ingressan a mi psique profunda, y como dice Alfonso REyes, "lo que no entre en mi Psicología, difícilmente entrará en mi biología".

Anónimo dijo...

Aún así y todo, tengo confianza en el Psicoanálisis, me parece lógico, bien fundamentado y que provee una forma de vida y de pensamiento en libertad.