Una mujer codependiente suele enojarse cuando no controla a "su enfermito". En él, por cierto, la rebeldía es cotidiana.
El enojo puede llegar a la violencia, a tratar de forzar el control. No es necesaria la violencia física, puede haber actos de control forzoso para el adicto, impartidos por la codependiente, que agrave la relación de pareja.
jueves, 19 de abril de 2012
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