La falta de verdad en la pareja puede
hacer que la agresión crezca en una relación. Siempre hay desengaños, pero
cuando la sorpresa que causa la deshonestidad del otro sobrepasa cualquier
situación previa, surgen el resentimiento y el odio. ¿Puede haber una manera de
superarlos? Aquí la pareja ya ha llegado a un conflicto de difícil solución.
Algo que surgió porque no se previno, pero que tal vez aún se pueda resolver.
La soberbia implica falsedad
primordialmente para sí mismo y es un defecto de carácter inherente a la
condición humana. El sentimiento de ser ajeno a la naturaleza, produce la
soberbia (Thornton, 2002) y esto está presente en toda relación humana. Allí la
soberbia está dada por sentirse superior al otro; en la pareja por soberbia se
pretende devaluar y ningunear al otro, muchas veces acusándolo de tener una
condición inferior. Usan el saber cómo “medio de dominación y por el gusto que
produce lucir el poder del saber” (Bartra, 2013).
En la vida posmoderna, se ha
llegado a afirmar que la individualización de las personas que se unen para
vivir en pareja pero que mantienen una parte de sus vidas “aparte” tiende cada
vez más a vulnerar la vida del “nosotros como pareja” (Eldén, 2012). Muchas de
las intervenciones en la terapia de pareja tienen que ver con retornar a la
concepción de una pareja más equitativa, que abandone los roles individualistas
e incluso narcisistas.
El perdón es importante, pero se
debe elaborar de manera mutua. De hecho, hay que corregir al vínculo con un
nuevo proyecto de pareja a largo plazo que no parta de la necesidad de
mantenerse juntos “a fuerza”. Es difícil transformar la ira que producen las
agresiones que se consideran muy ofensivas. No sobrepasar dichas emociones trae
como resultado el desamor, el rechazo a quien alguna vez se quiso.
Para que haya perdón debe haber
compromiso mutuo. Dicho compromiso se encuentra asociado a la humildad
(Farrell, et. al., 2015), que es el anverso de la soberbia. El perdón se otorga
si se percibe humildad en quien lo percibe.
La humildad hace un llamado reflexivo
a lo que se aloja en las profundidades de la personalidad: el comportamiento
altruista. Solamente así ha evolucionado el hombre y se abrió camino en la
evolución sobre las especies depredadoras. Esta virtud o valor tiene que ver
con un agudo sentido del auto concepto (autoestima), relacionado con un
equilibrado sentido de las fortalezas y debilidades, es decir, menos arrogancia
y mayor conciencia del valor de los demás.
La humildad es la aproximación más
intensa que hace el individuo hacia sí mismo acerca de la calidad de la relación
con todo lo que le rodea. Para reconocer la humildad en sí mismo, se tiene que
pasar por un trabajo interno ya sea voluntario o no. Ser humilde implica
agradecer. La gratitud es otra virtud o valor que debe existir en una relación
de pareja.
Pero la humildad también está en no
permitir la violencia, incluso la psicológica. Hay veces en que la relación ha
caducado y la violencia no se hace esperar. Ya no se podría seguir si no se
resuelve la controversia de una forma pacífica y tolerante. Pero llega es
momento en el que la agresión supera toda posibilidad. ¿Qué hacer?
Pero las relaciones de pareja, debido
a la agresión no procesada, caducan. “El amor acaba” y no es por aburrimiento,
sino por exceso de agresión. Para no sufrir en la próxima relación y tal vez,
próximo rompimiento, es necesario entender el por qué no se pudo procesar esta
agresión que se producía entre ambos miembros de la pareja anterior. Aquí puede
ayudar la psicoterapia.
Una de las maneras de no procesar
la agresión es guardar secretos. Y es que los miembros de la pareja se guardan
cosas tanto íntimas y propias de cada quien, como el odio cotidiano que se
produce cuando el otro no hace lo que el yo quiere o el odio que se produce
cuando se recibe agresión pasiva del otro. Esto se acumula e incluso pudiera
ser causa de depresión; pues si la agresión se almacena la persona se deprime.
¿Cómo sacar esta agresión?
¿Cuáles son el lugar, la forma y el
momento apropiados?
¿Cuál es la mejor forma de saber
que ya no se puede seguir tolerando la agresión?
Es claro que la agresión pasiva es
una de las agresiones que son negadas y por ello representan dificultad para
procesarlas en pareja. Este procesamiento pudiera provenir de una educación
enriquecedora para la pareja, que se recomienda sobre todo en parejas que
sufren de una desvitalización o apatía para continuar o viven conflictos que
parecen insuperables. Esta intervención educativa debiera darse incluso más
allá de lo que pudiera ser solamente una intervención psicoterapéutica (De María.
2005).
Las parejas no parecen ver los
beneficios de educarse como tales a fin de prever posibles conflictos en el
futuro. Algunas demandan atención terapéutica pero solamente cuando los
problemas parecen insalvables o existen consecuencias severas de los conflictos
que se viven. Este tipo de intervenciones tiene como objetivo primordial más
que prevenir la ruptura, reducir factores de riesgo e incrementar la calidad de
vida de las familiar (Hidalgo, Rivera, Cumsille, et. al., 2015).
De modo que una educación
preventiva para las parejas podría conducir a que existiera mayor integridad y
humildad entre sus miembros y que los comportamientos arrogantes y
devaluatorios del uno al otro disminuyeran. Aprender formas razonables y sanas
de resolver conflictos y abandonar expectativas irreales acerca del compañero
son temas que deberán tratarse en un modelo educativo de pareja.
Abundando en la educación
preventiva de conflictos de pareja que puede proveer un terapeuta calificado,
la mayoría de las parejas en proceso de comprometerse no consideran acudir con
un profesional de la salud mental antes de casarse, incluso si tienen problemas
o patrones manifiestos que hacen prever conflictos que amenacen su felicidad y
estabilidad. De allí que las parejas en formación pudieran también requerir
cierto enfoque educativo (Markman y
Halford, 2005)
Referencias
Bartra, R. (2013). El Saber y la
Soberbia. Letras Libres. 11
septiembre 2013. http://www.letraslibres.com/mexico-espana/el-saber-y-la-soberbia
consultada el 6 de septiembre de 2016.
De María, R. (2005). Distressed
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from http://www.jstor.org/stable/40005252
Eldén, S. (2012). Scripts for the
'good couple': Individualization and the reproduction of gender inequality. Acta Sociologica, 55(1), 3-18. Retrieved
from http://www.jstor.org/stable/23250506
Farrell, J. E., Hook, J. N., Ramos,
M., Davis, D. E., Van Tongeren, D. R., & Ruiz, J. M. (2015). Humility and
relationship outcomes in couples: The mediating role of commitment. Couple and Family Psychology: Research and
Practice, 4(1), 14-26. http://dx.doi.org/10.1037/cfp0000033
Hidalgo, Carmen Gloria; Rivera,
Diana; Domínguez, Carmen; Cumsille, Patricio; (2015). Los Programas Educativos
para Parejas y Matrimonios: una nueva propuesta clínica para Chile. Terapia Psicológica, . 13-21.
Markman, H. J., & Halford, W.
K. (2005). International Perspectives on Couple Relationship Education. Family
Process, 44(2), 139-146.
Thornton, Bruce S.. Plagues of the
Mind : A New Epidemic of False Knowledge. Wilmington, US: Intercollegiate
Studies Institute, 2002. ProQuest ebrary. Web. 30 August 2016.